En el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre, todos podemos ayudar a alcanzar la meta de no superar los 1,5°C por encima de las temperaturas preindustriales, considerado un punto de inflexión para el planeta
En un mundo convulsionado por los negadores del cambio climático y los registros de cada vez años más calurosos que los anteriores, es importante recordar cada 28 de enero la celebración del Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre, también llamado Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Este día fue designado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de crear conciencia y sensibilizar a los habitantes del planeta sobre el cambio climático y los impactos ambientales que la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) ocasional al provocar lo que se denomina “calentamiento global”, un fenómeno que está haciendo que el clima varié aceleradamente, de forma anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria.
Qué es el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre
Establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1997, esta jornada enfatiza los impactos del cambio climático y promueve la acción colectiva para mitigar sus efectos.
El aumento de las temperaturas globales, causado por las emisiones de gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano y los óxidos nitrosos, está provocando cambios climáticos extremos a raíz del efecto invernadero, un fenómeno natural que se produce porque los gases contenidos en la atmósfera, no dejan salir al espacio la energía que emite la Tierra cuando se calienta con la radiación proveniente del Sol.
Fenómenos como la desglaciación, el aumento del nivel del mar y la intensificación de las sequías son solo algunas de las consecuencias visibles. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), hay un 95% de probabilidad de que la actividad humana sea la principal responsable de este fenómeno. Además, el IPCC ha advertido sobre una intensificación de los eventos climáticos extremos, lo que tendrá repercusiones significativas en regiones vulnerables.
Qué son los Gases de Efecto Invernadero
Los GEI, necesarios en proporciones controladas para mantener el equilibrio térmico del planeta, han alcanzado niveles críticos. Desde la Revolución Industrial, la concentración de CO2 ha aumentado drásticamente debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva. Esto no solo altera el clima, sino que también pone en riesgo la biodiversidad y la seguridad alimentaria.
Frente a este panorama, la ONU y el IPCC han hecho un llamado a la acción conjunta. Si bien las políticas internacionales son fundamentales, el aporte individual también juega un papel crucial. Cambios en los hábitos diarios, como reducir el uso del automóvil, disminuir el consumo de carne o optar por energía renovable, pueden marcar una diferencia significativa. Según expertos, un cambio colectivo podría reducir considerablemente las emisiones de GEI y mitigar los impactos del calentamiento global.
Desde su creación en 1988, el IPCC ha trabajado en la evaluación científica del cambio climático y en el desarrollo de estrategias para combatirlo. Entre sus logros más destacados están los informes de evaluación, que ofrecen información clave para orientar políticas y acuerdos internacionales como el Acuerdo de París. Este pacto global busca limitar el aumento de la temperatura media mundial a menos de 2°C con respecto a niveles preindustriales, y preferiblemente a 1.5°C.
El rol de las tecnologías limpias frente al cambio climático
Sin embargo, a pesar de los avances en la conciencia pública y las iniciativas gubernamentales, los resultados han sido insuficientes. En las últimas cinco décadas, las emisiones de CO2 no han disminuido significativamente. Incluso durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, cuando muchas actividades humanas se redujeron, el impacto en las emisiones fue menor de lo esperado.
Además de los esfuerzos individuales y gubernamentales, las empresas desempeñan un papel crucial en esta lucha. Con su capacidad de innovación y recursos económicos, pueden liderar la transición hacia un modelo más sostenible. El desarrollo de tecnologías limpias, como energía solar y eólica, así como la inversión en proyectos de captura y almacenamiento de carbono, son estrategias clave para reducir las emisiones.
Según el IPCC, también es fundamental garantizar la transferencia de tecnología y recursos a países en desarrollo, que suelen ser los más afectados por los efectos del cambio climático. Esto no solo implica un compromiso ético, sino también una inversión en la estabilidad global.
Cómo generar acciones verdes para el planeta
La magnitud de la crisis climática requiere una acción inmediata y coordinada. La transición hacia una economía baja en carbono no es solo una necesidad ambiental, sino también una oportunidad para transformar sectores productivos y generar empleo verde. Sin embargo, esto solo será posible si gobiernos, empresas y ciudadanos trabajan juntos.
En palabras de Rajendra Pachauri, ex presidente del IPCC, “las pruebas científicas del cambio climático se han reforzado cada año, dejando poca incertidumbre salvo sobre sus graves consecuencias”. Esta afirmación subraya la urgencia de actuar con firmeza para evitar que los impactos del calentamiento global sean irreversibles.
Los expertos como Pachauri precisan 10 acciones que podemos llevar adelante por el gran impacto que pueden tener para evitar el calentamiento global y no superar los 1,5°C por encima de las temperaturas preindustriales, considerado por científicos como un punto de inflexión para el planeta.
- Reducir el consumo de energía: Apagar las luces y los electrodomésticos cuando no se están usando. Usar bombillas LED de bajo consumo y desconectar los cargadores de los dispositivos electrónicos cuando no se estén utilizando.
- Reducir el consumo de agua: Usar menos agua caliente y tomar duchas más cortas. Reparar las fugas de agua en el hogar.
- Reducir el uso de plásticos: Usar bolsas de tela reutilizables en lugar de bolsas de plástico. Usar botellas de agua reutilizables en lugar de botellas de plástico desechables.
- Reducir el uso de combustibles fósiles: Tomar el transporte público, caminar o andar en bicicleta en lugar de conducir un automóvil. Usar un automóvil eléctrico o híbrido, si es posible.
- Comprar productos locales: Comprar alimentos y otros productos locales para reducir la cantidad de energía necesaria para transportarlos.
- Reducir el consumo de carne: Comer menos carne y más verduras. La producción de carne es una de las principales causas de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Plantar árboles: Los árboles absorben dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Plantar árboles en el parque o participar en programas de reforestación.
- Reciclar: Reciclar papel, cartón, vidrio, plástico y otros materiales siempre que sea posible.
- Reducir el consumo de papel: Usar menos papel y reciclar el papel.
- Apoyar a organizaciones que luchan contra el cambio climático: Donar dinero o tiempo a organizaciones que trabajan para frenar el calentamiento global.
El Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre es un recordatorio de la responsabilidad compartida para enfrentar una de las mayores amenazas de nuestra era.
A través de la cooperación internacional, la innovación tecnológica y cambios en los hábitos cotidianos, es posible mitigar los efectos del cambio climático y construir un futuro más sostenible para las próximas generaciones.
Con información de Infobae