Dormir unos minutos extra puede parecer tentador, pero los expertos advierten sobre sus efectos
Inercia del sueño: un fenómeno que afecta a muchas personas al despertar, especialmente cuando se pospone la alarma. Según el doctor Facundo Nogueira, neumonólogo y jefe del Laboratorio del Sueño en el Hospital de Clínicas, esta inercia se manifiesta como somnolencia y desorientación, y puede durar varias horas. Posponer la alarma agrava esta situación, ya que cada vez que se vuelve a dormir, el cerebro reinicia el ciclo de sueño desde el principio, prolongando el cansancio hasta cuatro horas después de despertar.
El hábito de retrasar la alarma, aunque común, puede tener efectos negativos en la calidad del descanso. El doctor Joaquín Terán Santos, presidente de la Sociedad Española de Sueño (SES), explica que el sueño sigue un ciclo regulado por factores como la luz y la temperatura corporal. Interrumpir este ciclo con el botón de “snooze” impide alcanzar un descanso profundo, alterando los mecanismos de vigilia y dejando una sensación de agotamiento.
La falta de sueño no solo afecta el estado de alerta, sino también el bienestar físico y emocional. El doctor Eduard Estivill, experto en medicina del sueño, señala que el déficit de horas de sueño repercute directamente en la capacidad de atención y el rendimiento físico. Dormir las horas necesarias facilita un despertar más natural y evita que el sueño se fragmente, afectando los ritmos circadianos del cuerpo.
Para mejorar la calidad del descanso, los expertos recomiendan mantener una buena “higiene del sueño”. Establecer un horario fijo para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana, es fundamental. Además, se sugiere evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, ya que la luz de las pantallas puede alterar el ciclo de sueño.
Otra recomendación es crear un ambiente propicio para el descanso, manteniendo la habitación oscura, fresca y en silencio. Evitar comidas pesadas y estimulantes antes de dormir también es crucial, ya que la cafeína y el alcohol pueden interrumpir el descanso. Practicar una rutina relajante antes de acostarse, como leer o hacer ejercicios de respiración, ayuda a preparar el cuerpo y la mente para un descanso profundo y continuo.