Un estudio del Instituto Poal de Reumatología de Barcelona arrojó que los pacientes artrósicos experimentan un aumento del dolor articular en respuesta al frío.
Con la llegada del frío, se despiertan muchos dolores articulares que no notamos durante el resto del año. Un estudio del Instituto Poal de Reumatología de Barcelona arrojó que los pacientes artrósicos experimentan un aumento del dolor articular en respuesta al frío.
Todos hemos oído alguna vez expresiones como “tengo el frío metido en los huesos”. De hecho, existe una falsa creencia popular muy consolidada que cuenta que el frío es uno de los causantes de las enfermedades reumáticas. En este artículo vamos a desmentir este mito. El frío aumenta el tono muscular para generar calor, por eso es que temblamos.
El problema es que esa tensión de los músculos que cruzan las articulaciones las terminan comprimiendo. Una articulación sana probablemente no dé síntomas. Pero si tiene artrosis o discopatías seguramente nos genere molestias o dolor.
Como sabemos el calor dilata los tejidos, mientras que el frío los contrae. Las estructuras de las articulaciones (cápsulas y ligamentos) como los músculos, tendones y fascias no son ajenas a estos principios. Es por esto que cuando hace frío sentimos el cuerpo más rígido. El clima no influye en la prevalencia ni en las causas que desencadenan las enfermedades reumáticas, pero sí es cierto que el frío incide en la percepción o en la sensación de dolor sobre quienes padecen algún problema articular
Para contrarrestar la situación anterior es fundamental movernos. Y si vas a hacer deportes deberías realizar una muy buena entrada en calor si las temperaturas son bajas. Por lo tanto, aunque durante un clima de bajas temperaturas se produzca la sensación de dolor, no hay porqué alarmarse. Lo más importante será:
-Seguir con el tratamiento prescrito por el médico, en el caso de que tengas alguna enfermedad reumática y hayas sido diagnosticado.
-Abrigarse bien.
-Evitar los cambios de temperatura.
-Si es necesario o posible, adaptar tu hogar y convertirlo en un lugar más cálido.
-Aplicar calor local en la zona afectada para contrarrestar molestias articulares, en caso de que el dolor sea diario y constante.
-Mantenerse activo es una de las mejores maneras de prevenir o ralentizar los síntomas de enfermedades reumáticas o dolores articulares.