La lumbalgia es un síntoma que lo padecen 8 de cada 10 personas alguna vez en su vida. Este dolor puede venir por múltiples causas. Una de ellas es la hernia discal.
El disco intervertebral es una sustancia que se encuentra entre dos vértebras a nivel de los cuerpos vertebrales.
Si comparamos al disco intervertebral con un alfajor de dulce de leche, veremos que cuando apretamos adelante la tapa del alfajor, el dulce de leche se va hacia atrás.
Lo mismo ocurre al flexionar el tronco. Hay presión delante de la vértebra y el disco, el dulce de leche, hace fuerza hacia atrás. Esto, hecho de forma repetida va rompiento las estructuras que lo contienen y puede generar protusiones o hernias discales.
En caso de tener una discopatía (hernia, protusión o extrusión del disco intervertebral) está indicado el bloqueo articular cuando los síntomas no remiten con la terapia física, medicación oral y/o inyectable.
El bloqueo es mínimamente invasivo y consiste en la introducción percutánea de una aguja fina con la finalidad de infiltrar un corticoide y un anestésico en la articulación facetaria de un segmento de la columna, para bloquear el ramo nervioso causante del dolor y desinflamar la zona. El alivio del dolor puede prolongarse meses e incluso a veces remite el cuadro de forma permanente si es acompañado de una correcta rehabilitación y entrenamiento lumbar.
Las complicaciones de este procedimiento son mínimas y casi inexistentes, pero podría provocar en un porcentaje muy pequeño de pacientes infección y/o hematoma.
Lic. Eladio Vecchi
Kinesiólogo – Osteópata