Una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más contagiosas que existen es la sífilis, que registra un crecimiento preocupante en la Argentina. Y los datos brindados por el Ministerio de Salud de la Nación confirman el aumento, principalmente entre los jóvenes de 15 a 34 años.
Según se desprende del último Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) confeccionado por la cartera de salud, durante el periodo 2018-2023, en Argentina se notificaron al sistema nacional de vigilancia un total de 129.620 casos de sífilis en población general.
Los casos y tasas mostraron una curva ascendente entre 2018 y 2019 y un descenso, en los años 2020 y 2021 producto de la pandemia por coronavirus. Pero en el año 2023 se registraron números récord, con 32.293 casos, a razón de 88 por día, lo que significa la mayor cantidad de contagios de las últimas tres décadas.
Los datos de 2023 implican un aumento del 42 % respecto a los casos registrados en 2018, cuando se notificaron 22.734 contagios.
Y en 2024 la tendencia sigue casi de manera similar, ya que se cuentan 19.919 casos frente a los 20.183 registrados en el mismo período el año pasado. Si bien es una ligera baja, los números son altos respecto a los años anteriores.
¿Qué es la sífilis y que ocasiona en el cuerpo?
“La sífilis es considerada un problema relevante de salud pública, que dispone de medidas eficaces para su prevención, diagnóstico, tratamiento y control. El desafío sanitario es la organización integral e implementación de la respuesta para minimizar el impacto en la salud de la población”, destacaron desde el Ministerio de Salud.
Se trata de una enfermedad de transmisión sexual causada por la bacteria Treponema Pallidum, cuyo principal reservorio es el humano, y que se adquiere principalmente por contacto sexual con una persona infectada (generalmente por el contacto con úlceras infecciosas presentes en la región genital, el ano, el recto, los labios o la boca); por transmisión perinatal por vía transplacentaria o durante el parto, o por transfusión de sangre. La transmisión sexual ocurre típicamente durante la sífilis primaria, secundaria o latente temprana.
La doctora Vanesa Fridman, de la División Infectología del Hospital de Clínicas (MN 97832) explicó a Infobae que el aumento se debe a múltiples factores van desde la “falta de información, falta de acceso a servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento, hasta la falta de percepción de que estas enfermedades siguen vigentes. También a cambios en las prácticas sexuales y a la persistencia del estigma entre otros”, sostuvo la especialista.
Y agregó que el grupo donde se ve el mayor numero de casos es en personas jóvenes entre 15 a 35 años, especialmente hombres que tienen sexo con otros hombres. Otros grupos donde se ve mayor prevalencia (poblaciones clave) son las y los trabajadores sexuales y las personas trans.
La evolución natural y sin tratamiento de la sífilis se divide en tres etapas:
Los síntomas varían entre hombres y mujeres y a través de sus diferentes etapas: primaria, secundaria, latente y terciaria, como explica la Clínica Mayo. Durante la etapa primaria, los síntomas de la enfermedad en ambos géneros comienzan con la manifestación de un chancro, que es una úlcera redonda y firme, generalmente indolora, que aparece en el lugar donde la bacteria ingresó al cuerpo, es decir, en los genitales, el recto, el labio o dentro de la boca.
Por su naturaleza indolora y su ubicación a menudo oculta, puede pasar desapercibida, especialmente en las mujeres. En ellas, los chancros pueden aparecer en la vagina o en el cuello uterino, lo que hace que sean difíciles de detectar sin un examen médico especializado.
Respecto a la etapa secundaria, ésta se caracteriza por una erupción que aparecemientras el chancro está cicatrizando o varias semanas después. Esta erupción puede manifestarse en las palmas de las manos y las plantas de los pies, pero puede extenderse a otras áreas del cuerpo.
Por lo general, no produce picor y puede ser áspera y de color marrón rojizo. También pueden aparecer lesiones similares a verrugas en la boca, el área genital o el recto, así como otros signos: fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, pérdida de cabello en parches, dolores de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga.
Finalmente, en la etapa terciaria, hombres y mujeres experimentan complicaciones graves. La sífilis terciaria puede ocurrir años después de la infección inicial y puede causar daños severos a varios órganos, incluyendo el corazón, el cerebro, el hígado, los huesos y las articulaciones.
Los síntomas incluyen problemas neurológicos (parálisis, demencia, ceguera gradual), problemas cardiovasculares (aneurismas, inflamación de los vasos sanguíneos), y lesiones en la piel, huesos y órganos internos.