El objetivo de este decreto es agilizar el proceso de cubrimiento de vacantes, garantizando la continuidad en el funcionamiento del tribunal y evitando retrasos que afecten la administración de justicia en el país.
El gobierno del presidente Javier Milei ha dado un paso significativo en la conformación de la Corte Suprema de Justicia al presentar las nominaciones de Ariel Lijo y García Mansilla. Sin embargo, esta acción ha generado ciertas dudas en relación al ministro Juan Carlos Maqueda, quien aún no ha alcanzado la edad de jubilación y cuya figura se encuentra en el centro de la controversia.
En paralelo a estas nominaciones, el gobierno ha promulgado el Decreto 267/2024, que introduce una modificación crucial en el proceso de selección y nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema. El objetivo principal de este nuevo decreto es agilizar el proceso de cubrimiento de futuras vacantes, garantizando así la continuidad en el funcionamiento del tribunal supremo y evitando posibles retrasos que podrían afectar la administración de justicia en el país.
Una de las disposiciones más relevantes del Decreto 267/2024 es la incorporación del artículo 9° bis, que permite aplicar el procedimiento de selección incluso cuando existe certeza de una futura vacante. Esto significa que la designación de nuevos jueces podrá formalizarse de manera inmediata después de que se produzca la vacante.
Esta decisión se produce en un contexto de cambios inminentes dentro de la Corte, con una vacante ya abierta tras la renuncia de Helena Highton de Nolasco y la próxima jubilación de Juan Carlos Maqueda, prevista para finales de este año. La agilización del proceso de selección es fundamental para garantizar la estabilidad y eficiencia del sistema judicial en Argentina.
