La Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA trabajó en el edificio de la sede mutual judía en búsqueda de explosivos pero no econtraron nada.
La Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) recibió una nueva amenaza de bomba vía e-mail que puso en alerta a las fuerzas de seguridad.
La sede que fue blanco de un atentado terrorista en 1994 que dejó 85 víctimas fatales y decenas de heridos. Ante la advertencia, efectivos de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA trabajó en el lugar en búsqueda de explosivos.
Según informó la policía porteña, personal policial de la Comisaría Vecinal 3 C de la Policía de la Ciudad fue desplazado hasta la sede ubicada en Pasteur 633 y constataron que se trató de una falsa alarma, por lo que los empleados del lugar reanudaron sus actividades normalmente.
El expediente del caso, calificado como un delito de intimidación pública, se encuentra en manos del juez federal Ariel Lijo, que ordenó a la Dirección General de Seguridad de Estado de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA analizar los metadatos de los correos para encontrar a los responsables.