Luego de la polémica con el voto electrónico, en las próximas elecciones las autoridades porteñas confirmaron que sólo se votara con las boletas de papel.
Tras los inconvenientes registrados con el sistema de voto electrónico en los comicios del 13 de agosto, el Gobierno porteño confirmó este martes mediante un decreto que laselecciones del 22 octubre en la Ciudad de Buenos Aires se llevarán a cabo con boletas de papel, tanto para los cargos nacionales como para los locales.
La decisión de cambiar el sistema utilizado en las PASO se conoció pocos días después de que la jueza federal María Servini enviara un escrito a las autoridades del Instituto de Gestión Electoral en el que afirmó que implementar nuevamente los dispositivos de Boleta Única Electrónica en octubre sería “una burla a la ciudadanía”.
En este sentido, la magistrada con competencia electoral aseguró que las recientes primarias en el territorio porteño fueron “los comicios más problemáticos y conflictivos de los últimos 30 años” en el distrito.
Servini envió documentación fotográfica con registros de las deficiencias de los dispositivos electrónicos en los que se ejecutaba el voto, entre los que se identificó la aparición de candidatos distintos a los elegidos.
“Hubo autoridades de mesa que, ante el nerviosismo generado por la situación, más la aglomeración de electores que querían sufragar, colapsaron emocionalmente y manifestaron su intención de no cumplir su función en octubre próximo”, destacó.
Servini además apuntó contra “la mala preparación del personal técnico contratado para la empresa en cuestión para la instalación y prueba de las máquinas, que demostró poca predisposición para solucionar los problemas, en una actitud irresponsable y casi negligente, y poco conocimiento del funcionamiento de esos equipos”.
Ante los inconvenientes registrados y las quejas de los votantes por la demora para sufragar, en algunas escuelas se extendió el horario de votación hasta las 19:30.
En las PASO, el Gobierno de la Ciudad implementó en el distrito el voto concurrente, en el que los electores tuvieron dos sistemas distintos en el mismo acto: para la instancia local usaron la Boleta Única Electrónica, mientras que para las categorías nacionales sufragaron de la misma forma que en el resto del país, con boletas de papel.