La pérdida de pelo puede estar vinculada a deficiencias nutricionales. Los especialistas -consultados por Women’s Health- sostienen que incorporar alimentos ricos en proteínas, minerales y vitaminas es esencial para mantener el cabello fuerte y saludable
El cabello, más que un simple rasgo estético, desempeña un papel fundamental en nuestra imagen y salud. No solo contribuye a nuestra apariencia, sino que también actúa como una barrera protectora para la piel, defendiendo contra la exposición solar y funcionando como aislante térmico.
Se estima que el cuero cabelludo de un adulto alberga entre 100,000 y 150,000 cabellos, los cuales están sujetos a ciclos de crecimiento y caída, siendo la pérdida de entre 50 a 100 hebras diarias un fenómeno natural, particularmente en ciertos períodos del año, como el cambio de estaciones.
Sin embargo, existen diversos factores que pueden alterar este ciclo natural, provocando debilitamiento o caída excesiva del cabello. Entre las causas más comunes se incluyen desequilibrios dietéticos, dietas restrictivas, cambios hormonales, estrés crónico y el envejecimiento.
Además, el uso de productos o tratamientos químicos agresivos también puede influir negativamente en la salud capilar.
En este contexto, la alimentación desempeña un papel clave, ya que una dieta desequilibrada puede ser un factor de riesgo significativo para la pérdida severa de cabello.
La conexión entre nutrición y salud capilar
El cabello está formado por filamentos de proteínas, cuya estructura interna está compuesta por agua, lípidos y melanina, responsable de su color.

Para mantener la fibra capilar sana y fuerte, es esencial que el cuerpo reciba los nutrientes adecuados, los cuales contribuyen al desarrollo de los folículos pilosos.
Aunque aún se necesita más investigación para comprender completamente el impacto de estos nutrientes, está claro que las deficiencias nutricionales pueden desencadenar problemas capilares importantes.
A continuación, algunos de los nutrientes clave para preservar la salud del cabello:
- Proteínas: Las proteínas son esenciales para el crecimiento y fortalecimiento del cabello, ya que aportan aminoácidos fundamentales para la formación de los filamentos capilares.
- Minerales: Minerales como el zinc, el selenio y el hierro juegan un papel crucial en el mantenimiento de un cuero cabelludo saludable. Estos minerales favorecen la circulación sanguínea en el área capilar, estimulando el crecimiento del cabello.
- Vitaminas: Las vitaminas del grupo B, en particular la biotina, son conocidas por sus beneficios sobre el cabello, favoreciendo su fortaleza y crecimiento. Además, la vitamina C es fundamental para la producción de colágeno, que mantiene el cabello saludable.
- Ácidos grasos omega-3: Estos ácidos grasos no solo son beneficiosos para la salud del cabello, sino que también ayudan a reducir la inflamación en el cuero cabelludo, lo que puede contribuir a un entorno más saludable para el crecimiento del cabello.
- Agua: Mantener una buena hidratación es fundamental para la salud capilar. El agua contribuye a mantener el cabello suave y flexible, evitando que se vuelva quebradizo y propenso a la caída.
- Colágeno: El colágeno es una proteína estructural que proporciona aminoácidos esenciales para la dermis, la capa de la piel donde se encuentran los folículos pilosos. Una cantidad adecuada de colágeno puede mejorar la elasticidad del cuero cabelludo y, por ende, favorecer el crecimiento del cabello.

Consejos para combatir la caída del cabello
Además de una dieta equilibrada, algunos cuidados complementarios son fundamentales para evitar la caída del cabello.
El estrés, por ejemplo, es un factor que puede desencadenar o agravar la pérdida capilar. Para reducir sus efectos, es aconsejable buscar métodos para relajarse, como practicar ejercicio físico o realizar actividades que favorezcan el bienestar mental.
Asimismo, es importante evitar el uso excesivo de productos y tratamientos capilares inadecuados, así como el abuso de fuentes de calor, que pueden dañar tanto el cabello como el cuero cabelludo.
Para un cuidado adecuado, se recomienda lavar el cabello con agua tibia, evitar el uso de champús agresivos y elegir productos cosméticos que se adapten al tipo de cabello y cuero cabelludo.
Si la caída del cabello se vuelve recurrente o crónica, es recomendable consultar con un dermatólogo, quien podrá evaluar la situación y ofrecer un tratamiento específico según las necesidades del paciente.

Mantener un cabello sano no solo depende de factores externos, sino también de una correcta alimentación.
Incorporar los nutrientes adecuados y cuidar de nuestro bienestar emocional y físico puede ser clave para prevenir la caída del cabello y promover su crecimiento saludable.