El Instituto Adolfo Lutz analiza muestras de agua y materia fecal para determinar la causa exacta del aumento de casos y prevenir más contagios en la región
Un aumento significativo en los casos de enfermedades diarreicas ha encendido las alarmas en varias localidades de Brasil, especialmente en el litoral del estado de San Paulo y en la ciudad de Florianópolis, en el estado de Santa Catarina. Según informó CNN Brasil, los registros de pacientes con síntomas de gastroenteritis han superado los promedios históricos de los últimos cinco años, generando una alta demanda en los servicios de salud tanto públicos como privados. Este brote, que comenzó a detectarse a finales de diciembre y se intensificó en los primeros días de enero, afecta tanto a residentes como a turistas que visitaban las playas durante las festividades de fin de año.
En el estado de San Paulo, las localidades más afectadas incluyen Guarujá, Santos, Praia Grande y São Sebastião, todas ubicadas en la región de la Baixada Santista. En Guarujá, la situación ha sido particularmente crítica, con pacientes esperando hasta cuatro horas para ser atendidos en las Unidades de Pronto Atención (UPA). Según la Secretaría de Estado de Salud de San Paulo, el brote ha sido calificado como un “aumento significativo” en los casos de enfermedades diarreicas, y las autoridades locales han solicitado investigaciones para determinar su origen.
Posibles causas: sospechas sobre el sistema de saneamiento
Aunque el origen del brote aún no ha sido confirmado, las autoridades sospechan que podría estar relacionado con problemas en el sistema de alcantarillado. Según detalló el diario Folha de São Paulo, se han identificado posibles fugas y conexiones clandestinas en la región de la playa de Enseada, en Guarujá, lo que podría haber contaminado el agua utilizada por la población. La municipalidad ha solicitado a la Compañía de Saneamiento Básico del Estado de São Paulo (Sabesp) que realice investigaciones exhaustivas sobre el sistema de aguas residuales.
Por su parte, Sabesp ha señalado que su sistema opera “dentro de parámetros satisfactorios”, aunque reconoció que las fuertes lluvias recientes podrían haber sobrecargado el sistema debido a la entrada irregular de agua pluvial. Mientras tanto, el Instituto Adolfo Lutz, una institución de referencia en análisis de salud pública, está llevando a cabo estudios de laboratorio para determinar si el brote está relacionado con el norovirus, un patógeno que se transmite a través de agua y alimentos contaminados.
Síntomas y grupos de riesgo
Los pacientes afectados han reportado síntomas como náuseas, vómitos, diarrea, cólicos abdominales, debilidad y malestar general. En algunos casos, también se han presentado secreción y congestión nasal, un síntoma menos común pero que puede estar asociado con enterovirus, otro agente viral frecuente en esta época del año. Según explicó el infectólogo Marcelo Neubauer, profesor de la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Campinas, el vómito es uno de los síntomas más preocupantes, ya que puede dificultar la hidratación adecuada, especialmente en grupos vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
El especialista subrayó que, si bien la diarrea puede manejarse con una hidratación adecuada, el vómito persistente puede complicar rápidamente el cuadro clínico. “Si los medicamentos contra el vómito no funcionan después de dos dosis, es necesario realizar una evaluación médica”, afirmó en declaraciones a Folha de São Paulo.
Tratamiento y medidas preventivas
El tratamiento principal para los afectados se centra en mantener una hidratación constante mediante el uso de suero hidratante, agua de coco o bebidas isotónicas, ya que el agua simple no siempre es suficiente para reponer los electrolitos perdidos. En casos graves, como vómitos persistentes o incapacidad para consumir líquidos, se recomienda buscar atención médica de inmediato. Los grupos de riesgo, como personas inmunodeprimidas, niños pequeños y ancianos, deben ser especialmente cuidadosos y acudir a un médico incluso si los síntomas parecen leves.
Ante la incertidumbre sobre el origen del brote, las autoridades y especialistas han emitido recomendaciones para prevenir nuevos contagios. Según Infobae, se aconseja consumir únicamente agua filtrada, hervida o envasada, evitar alimentos preparados en condiciones de higiene dudosa, especialmente mariscos y productos lácteos, y lavar frutas y verduras con una solución de hipoclorito de sodio. Además, se recomienda mantener una estricta higiene de manos, especialmente después de usar el baño y antes de manipular alimentos.
Investigaciones en curso
El Instituto Adolfo Lutz continúa analizando muestras de agua y materia fecal recolectadas en las regiones afectadas para identificar si el brote es causado por virus, bacterias, parásitos o incluso intoxicación alimentaria. Según explicó Alessandra Lucchesi, directora de la División de Enfermedades de Transmisión Hídrica y Alimentaria de la Secretaría de Salud de São Paulo, el monitoreo se ha centrado en localidades como Guarujá y Praia Grande, donde se han recolectado muestras tanto de agua como de pacientes en la fase aguda de la enfermedad.
Los resultados preliminares podrían confirmar la presencia de norovirus, un patógeno común en brotes de gastroenteritis, aunque no se descarta la posibilidad de que otros agentes estén involucrados. Según la infectóloga Susana Lloveras, ex presidenta de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, es crucial identificar el agente causante para determinar si el brote tiene una fuente común, como agua o alimentos contaminados, o si las playas mismas están afectadas.
Impacto en la población y el turismo
El brote ha generado preocupación no solo entre los residentes, sino también entre los turistas que visitaban las playas durante la temporada alta de verano. Según CNN Brasil, la alta demanda en los servicios de salud ha puesto a prueba la capacidad de los hospitales y centros de atención, mientras que las autoridades locales trabajan para contener la situación y evitar que se extienda a otras regiones.
El doctor Neubauer sugirió que, en casos extremos, algunos pacientes de alto riesgo podrían considerar abandonar temporalmente las áreas afectadas hasta que el brote esté bajo control. “Aunque signifique interrumpir unas vacaciones, la salud debe ser prioritaria”, concluyó.
Con las investigaciones aún en curso y las medidas preventivas en marcha, las autoridades esperan esclarecer el origen del brote y garantizar la seguridad sanitaria en las regiones afectadas. Mientras tanto, la población y los turistas deberán extremar las precauciones para evitar nuevos contagios.