Una profesora brinda en tres videos ideas de automasaje, ejercicios y caminatas propias de esta disciplina.
Quienes quieran estimular la mente mientras mejoran el equilibro, la movilidad, la flexibilidad y la salud de las articulaciones, entre otros beneficios, pueden encontrar en el Tai Chi el aliado perfecto.
Ahora bien, ante el interrogante de cómo hacerlo, la respuesta viene de la mano de Jaqueline Granollers, profesora de Tai Chi en la Residencia Los Pinos, quien realizó especialmente tres videos para Clarín, en donde detalla con claridad el paso a paso de automasajes, movimientos típicos de la disciplina y caminatas.
Tai Chi: qué es y por qué realizarlo
Considerado un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad según la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Tai Chi comenzó como un arte marcial en el siglo XVII. Se calcula que actualmente cuenta con más de 250 millones de practicantes.
También fue reconocido por la Facultad de Medicina de Harvard, que la catalogó como un “medicamento en movimiento” y hasta la calificó como “una actividad perfecta para el resto de tu vida”.
Combinando ejercicios suaves y respiración en posturas similares al yoga con aspectos de meditación en movimiento, permite un trabajo integral de mente, cuerpo y espíritu. Junto con el Qigong (también conocido como Chi Kung), ayuda a mejorar el bienestar físico y mental.
“Ambas comparten un rico trasfondo histórico en la antigua China influenciado por el taoísmo y el confucionismo; aunque tienen enfoques diferentes: mientras el Tai Chi es un arte marcial que se centra en el equilibrio y la flexibilidad, el Qigong fortalece el sistema inmunológico. Es difícil separarlas, ya que favorecen elementos comunes como el autocontrol, la meditación y la mejora del flujo de energía vital por los meridianos”, aseguran desde Residencia Los Pinos, en donde junto al Ministerio de Desarrollo de la Nación implementaron clases de esta disciplina.
En tanto, también se trata de un arte marcial que busca un equilibrio entre el yin y el yang al ayudar a luchar contra las propias sombras. A diferencia del Karate o el Taekwondo, el Tai Chi se centra en la fuerza silenciosa más que en el combate, lo que lo hace más accesible a los adultos mayores o para quienes han sufrido lesiones.
Entre sus grandes beneficios, se encuentra el hecho de que el Tai Chi puede ser usado en todas las patologías instaladas y para prevenir futuras complicaciones, “dado que la práctica lleva a reencontrarse con el cuerpo desde un lugar de armonía y calma basado en la medicina tradicional china”, destacan.
Está recomendado incluso para personas que tienen algún tipo de deterioro cognitivo, movilidad reducida o usan sillas de ruedas.
Entre los practicantes de la residencia, que realizan la actividad dos veces por semana, han notado mejoras significativas en el equilibrio, la movilidad y las habilidades adquiridas. También se han registrado progresos en la respiración y en el estado cognitivo de algunos pacientes.
Principales beneficios
El Tai Chi en adultos mayores estimula la mente, trabaja el cuerpo de manera integral, mejora la postura, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad. Se recomienda para todas las personas, incluso para quienes tienen algún tipo de deterioro cognitivo, movilidad reducida o están en sillas de ruedas.
Sus beneficios pueden resumirse en los siguientes puntos:
- Trabaja todas las partes del cuerpo, promoviendo un enfoque holístico.
- Estimula la mente, ya que requiere que el cerebro esté constantemente atento, esto puede ayudar a retrasar la aparición de diversas enfermedades.
- Mejora la postura, el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
- Favorece la lubricación de las articulaciones y la circulación sanguínea.
- Aumenta la capacidad pulmonar.
- Fortalece los músculos, alinea la columna y beneficia al sistema nervioso.
- Es recomendada para personas con algún tipo de déficit cognitivo. Hay ejercicios de Qigong específicos que se enfocan en cultivar y equilibrar la energía vital a través de técnicas estáticas y dinámicas que fortalecen el sistema inmunológico que pueden ayudar a mejorar la claridad mental y los problemas de memoria.
Graciela Spinelli, licenciada en Gerontología de la Residencia Los Pinos, afirma: “Es hermoso ver cómo reconocen sus posibilidades y mejoras a través de la autoobservación y del contacto con su propio cuerpo; desde la imagen corporal actual que apunta a aceptar los déficits, pero también a fortalecer lo que aún se conserva como potencialidad”.