El riesgo de osteoporosis y otras dificultades de salud son reales si no hay cuidados diarios adecuados como el ejercicio regular
La salud ósea, un aspecto crucial para el bienestar general, a menudo se pasa por alto en el cuidado diario. Según un informe de Time, el Dr. David Shau, cirujano ortopédico y profesor en la Universidad Cristiana de Texas, destaca que los huesos no solo son esenciales para la movilidad, sino que también influyen en el bienestar cardiovascular y el metabolismo. La osteoporosis y otras enfermedades óseas pueden prevenirse con un cuidado adecuado, lo que asegura una mejor calidad de vida a largo plazo.
Los huesos son estructuras dinámicas que se renuevan constantemente a través de un proceso llamado “remodelación ósea”. Durante la juventud, se alcanza el pico de densidad ósea, que comienza a disminuir gradualmente después de los veinte años. Sin el cuidado adecuado, esta disminución puede llevar a condiciones como la osteopenia y, eventualmente, a la osteoporosis, aumentando el riesgo de fracturas.
Para mantener la salud ósea, Time sugiere varias estrategias. El ejercicio de carga, como caminar o subir escaleras, es fundamental para estimular la formación de hueso nuevo. El Dr. Jack Steele de la Universidad de Maryland explica que estas actividades aplican fuerza a los huesos, especialmente en las áreas sometidas a mayor esfuerzo, ayudando a mantener la densidad ósea.
La consistencia en el ejercicio diario es igualmente importante. Actividades de baja a moderada intensidad, como caminar al menos 30 minutos al día, son ideales para mantener los huesos fuertes y activos. Durante la menopausia, la disminución de estrógeno aumenta el riesgo de pérdida ósea. La Dra. Pamela Mehta, cirujana ortopédica, recomienda el entrenamiento de fuerza para combatir la pérdida de masa ósea y muscular en esta etapa.
El calcio y la vitamina D son nutrientes esenciales para la salud ósea. Los adultos necesitan entre 1.000 y 1.200 mg de calcio diario y de 15 a 20 mcg de vitamina D. Alimentos como productos lácteos, almendras y verduras de hoja oscura son ricos en calcio, mientras que el pescado y los huevos aportan vitamina D. En caso de no alcanzar los niveles requeridos, los suplementos pueden ser una alternativa, siempre bajo supervisión médica.
La exposición controlada al sol es otra fuente importante de vitamina D. Sin embargo, se recomienda limitar la exposición directa a 30 minutos y usar protector solar para evitar los efectos adversos de los rayos UV. Además, algunos medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones, pueden afectar la densidad ósea. Consultar con un médico sobre posibles alternativas es aconsejable.
Finalmente, el consumo de cafeína, alcohol y tabaco puede interferir en la regeneración ósea. Limitar estos hábitos, especialmente el tabaquismo, es crucial para preservar la salud ósea y reducir complicaciones.
(Con información de Time.)