Los expertos señalan que, a diferencia de otros trastornos, el juego puede permanecer oculto hasta convertirse en una compulsión, con graves consecuencias
La ludopatía entre los jóvenes ha captado la atención del Papa Francisco, quien en su reciente libro “La esperanza no defrauda nunca” expresó su preocupación por la creciente adicción a las apuestas online. Según Infobae, el pontífice describió esta tendencia como una “falsa ilusión de salvación individual” en un contexto de crisis global. En Argentina, aunque el juego para menores de 18 años está prohibido por ley, la adicción al juego está aumentando entre los adolescentes, un grupo particularmente vulnerable debido a su etapa de desarrollo emocional y cognitivo.
El fenómeno de la ludopatía se manifiesta a través de varios síntomas, como planificar la vida en torno al juego, aumentar las apuestas, endeudarse, y deteriorar las relaciones sociales debido a mentiras y aislamiento. Un proyecto de ley que busca regular las apuestas online ha avanzado en la Cámara de Diputados de la Nación.
Un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense reveló que el 8,29% de los argentinos ha apostado online alguna vez, cifra que asciende al 12,5% entre jóvenes de 15 a 24 años y al 15,5% en el grupo de 25 a 34 años. Los especialistas advierten que la adicción al juego tiene un impacto directo en los menores, convirtiéndose en una actividad compulsiva con consecuencias familiares y económicas.
El médico psiquiatra Federico Pavlovsky, director de Dispositivo Pavlovsky, explicó a Infobae que, a diferencia de las adicciones a sustancias, la ludopatía se mantiene en la intimidad y solo se hace evidente en etapas avanzadas. Por su parte, el psiquiatra y neurólogo Enrique De Rosa Alabaster describió la ludopatía infantil como una adicción al juego en menores, manifestada a través de comportamientos compulsivos en juegos de azar y apuestas online.
Los expertos señalan que los juegos de apuestas pueden llevar a comportamientos delictivos, como mentir o robar para conseguir dinero. Además, la ludopatía infantil genera secuelas emocionales y psicológicas, como cambios de humor, ansiedad y tristeza.
Para ayudar a un menor en riesgo, los especialistas recomiendan establecer límites claros con la tecnología, fomentar actividades alejadas de las pantallas y buscar ayuda profesional si se observan signos de compulsión al juego. El doctor Pavlovsky enfatizó la importancia de un tratamiento de salud mental y adicciones, mientras que De Rosa Alabaster sugirió que los padres deben ser proactivos y no complacientes.
En Argentina, existen recursos como el Programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo de PBA y Jugadores Anónimos, que ofrecen apoyo a quienes enfrentan problemas de ludopatía. Estos servicios están disponibles las 24 horas para brindar información y asistencia a las personas afectadas.