A pesar de que los jóvenes de hoy son considerados nativos digitales, muchos han perdido la habilidad de escribir con fluidez en una computadora. Así lo explica un reciente artículo de Mariana Sofía Jiménez Nájera para el Observatorio del Tec de Monterrey, quien analiza cómo la generación Z, más acostumbrada a los smartphones, ha dejado de lado el uso de teclados físicos, lo que afecta tanto su velocidad como su precisión al escribir.
Hace algunas décadas, teclear era una competencia esencial. Los estudiantes tomaban clases de mecanografía, donde aprendían a escribir rápido y sin mirar el teclado, utilizando la memoria muscular. Hoy, sin embargo, esas clases han desaparecido, y los jóvenes prefieren escribir con los pulgares en las pantallas de sus celulares.
Jiménez Nájera cita un estudio de IBM que muestra cómo el 75% de los jóvenes de la generación Z priorizan el uso de sus smartphones sobre las computadoras de escritorio. Este cambio ha transformado sus hábitos de escritura, generando una desconexión con los teclados físicos. A pesar de ser rápidos en sus teléfonos, la destreza que desarrollan allí no se traduce de la misma manera cuando usan una computadora, donde el uso de ambas manos sigue siendo necesario.
En el año 2000, el 44% de los estudiantes estadounidenses tomaban cursos de mecanografía, mientras que en 2019 esa cifra cayó al 2,5%. Y la pandemia aceleró la tendencia. Muchos estudiantes debieron hacer sus tareas desde el teléfono, consolidando aún más el uso del teclado digital y alejándose de las computadoras.
La capacidad de escribir de manera rápida y precisa sigue siendo clave en muchas profesiones, por lo que la generación Z, acostumbrada a escribir solo en pantallas táctiles, podría enfrentar algunas dificultades de productividad en entornos donde las computadoras son fundamentales.
Esto no debe indicar una competencia entre dispositivos, ya que es significativa la importancia de los celulares en el trabajo habitual y en el aprendizaje. Sin embargo, existen recursos en línea, como cursos y juegos interactivos, que pueden ayudar a los jóvenes a mejorar su velocidad y precisión al escribir. Así como las generaciones anteriores aprendieron a dominar esta técnica, los adolescentes de hoy tienen la posibilidad de recuperar una habilidad que sigue siendo crucial tanto para su desarrollo académico como profesional.