La dislexia no es sinónimo de escasa inteligencia, sino una variante en el procesamiento cerebral. El 8 de octubre es clave para recalcar la inclusión efectiva en la educación
El 8 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Dislexia, una fecha que invita a reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la empatía hacia quienes padecen este trastorno del aprendizaje. La dislexia afecta a millones de personas en todo el mundo y se caracteriza por dificultades en la lectura, escritura y ortografía, sin estar relacionada con la inteligencia. Este trastorno no es una limitación intelectual, sino una diferencia en la forma en que el cerebro procesa la información.
La dislexia presenta varios síntomas, entre los que se incluyen la dificultad para leer y escribir, confusión entre letras y números, inversión de letras y palabras, y problemas para recordar secuencias y fechas. Además, las personas con dislexia suelen tener una lectura lenta y laboriosa y pueden evitar actividades que requieran lectura y escritura. Estos desafíos se ven agravados en entornos educativos que no siempre están preparados para atender sus necesidades específicas.
La empatía y la inclusión son fundamentales para brindar apoyo a las personas con dislexia. Los psicopedagogos desempeñan un papel crucial al adaptar la pedagogía a las necesidades individuales de cada persona, reconociendo que no todos aprenden de la misma manera. Este enfoque busca evitar la frustración en el proceso de aprendizaje y promover un entorno educativo más comprensivo y accesible.
El Día Internacional de la Dislexia es una oportunidad para aumentar la conciencia sobre este trastorno y fomentar un cambio positivo en la forma en que se aborda en la sociedad. La comprensión y el apoyo adecuados pueden marcar una diferencia significativa en la vida de quienes viven con dislexia, permitiéndoles alcanzar su máximo potencial.
