Existen 14 factores de riesgo que, si se ponen bajo control, podrían reducir en un 45% la probabilidad de desarrollar esta enfermedad neurodegenerativa.
Según la Organización Mundial de la Salud(OMS), el número de personas que viven con demencia está aumentando aceleradamente. Actualmente, más de 55 millones de personas transitan esta enfermedad en todo el mundo y cada año hay casi diez millones de casos nuevos, afirmó el máximo ente sanitario internacional. Asimismo, se prevé que el número de personas que viven con esta patología casi se triplicará hasta alcanzar los 153 millones en 2050.
El Alzheimer es la causa más común de demencia en adultos mayores, por lo que los expertos consideran que el mundo se está enfrentando a una pandemia emergente de esta enfermedad y advierten que los sistemas de salud no están preparados para enfrentar el desafío actual, y mucho menos el preocupante aumento que se avecina.
Por lo tanto, la prevención se convierte en una pieza clave ante esta situación. La demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, puede tener factores de riesgo no modificables (como la edad y la genética), pero también existe un gran número que se pueden controlar. Esto significa que, si se abordan estas condiciones de forma temprana, es posible reducir las probabilidades de desarrollar la condición significativamente.
La actualización de 2024 de la Comisión Lancet sobre la demencia aporta nuevas evidencias esperanzadoras sobre la prevención, la intervención y el cuidado de esta enfermedad y creó una infografía que comparte las mejores medidas preventivas, según la edad. En ella se muestra mediante un porcentaje cuánto se reduce el riesgo de desarrollar demencia al eliminar por completo ciertos factores. Algunos de ellos, como las lesiones cerebrales traumáticas o la contaminación del aire, no están totalmente bajo nuestro control, pero hay varias que son modificables, por ejemplo, hacer actividad física y seguir una dieta saludable.
La doctora Lucía Crivelli, jefa de neuropsicología en Fleni, explicó a Infobae en una nota reciente que los cambios en el estilo de vida pueden desempeñar un papel fundamental en la prevención. “Estudios recientes han demostrado que intervenciones multidominio que incluyen una dieta saludable, ejercicio regular, ejercicios cognitivos, control de los factores de riesgo cardiovasculares e interacción social, pueden reducir significativamente los síntomas y ralentizar la progresión de estas enfermedades”, afirmó la experta.
Por su parte, la doctora María Cecilia Fernández, docente de la Maestría en Neuropsicología Aplicada, módulo sobre Deterioro Cognitivo y Demencias, en la Universidad del Hospital Italiano de Buenos Aires (UHIBA), señaló a Infobae: “Sabemos que los estímulos cognitivos, una buena educación y el control de una correcta alimentación desde temprana edad tienen un impacto positivo en la reserva cognitiva. Esto es un factor de protección para nuestra cognición, por lo que empezar a cuidarse desde la infancia es fundamental para prevenir todo tipo de enfermedades”.
Y agregó: “De todas formas, desde la mediana edad es cuanto más activos podemos ser en cuanto a prevención del desarrollo de demencia. Con actividad física y cuidado de factores cardiovasculares, de traumatismos de cráneo, tratamiento de la hipoacusia y evitando el exceso de alcohol y el tabaquismo prevenimos la presencia de factores de riesgo que puedan dar origen a este tipo de enfermedad”.
Qué acciones realizar
1. Infancia temprana
Según The Lancet, quienes tienen un mayor nivel educativo pueden reducir su riesgo de padecer demencia en un 5 %.
2. Mediana edad
- Las personas sin pérdida auditiva pueden tener un riesgo 7% menor de padecer demencia
- Las personas sin colesterol LDL alto pueden tener un riesgo 7% menor de padecer demencia
- Las personas sin depresión pueden tener un riesgo 3% menor de padecer demencia
- Las personas sin una lesión cerebral traumática pueden tener un riesgo 3% menor de padecer demencia
- Las personas que no son sedentarias pueden tener un riesgo 2% menor de padecer demencia
- Las personas sin diabetes pueden tener un riesgo 2% menor de padecer demencia
- Los que no fuman pueden tener un riesgo 2% menor de padecer demencia
- Las personas sin hipertensión pueden tener un riesgo 2% menor de padecer demencia
- Las personas que no son obesas pueden tener un riesgo 1% menor de padecer demencia
- Quienes no beben en exceso pueden tener un riesgo 1% menor de padecer demencia
3. Adultos mayores o tercera edad
- Quienes no afrontan aislamiento social tienen un riesgo 5% menor de padecer demencia
- Quienes no se ven afectados por la contaminación del aire tienen un riesgo 3% menor de padecer demencia
- Aquellos que no han experimentado pérdida de visión tienen un riesgo 2% menor de padecer demencia
Con todos estos factores combinados, The Lancet dice que el 45% de los factores de riesgo de demencia pueden ser “potencialmente modificables”.