“La educación y reinserción son claves”, expresó el Sumo Pontífice.
El papa Francisco ha manifestado recientemente su preocupación por la iniciativa del oficialismo para modificar el Régimen Penal Juvenil y llevar la edad de imputabilidad a 13 años. El líder de la Iglesia expresó su inquietud durante una audiencia celebrada el lunes pasado con representantes de la Justicia federal en la biblioteca del Vaticano.
La reunión en el Vaticano, que inicialmente se centró en la reforma del Código Penal y la implementación del nuevo sistema acusatorio penal, se convirtió en una plataforma para que el Santo Padre expresara su rechazo al proyecto del Gobierno. El Gobierno, a través de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Justicia Mariano Cuneo Libarona, había anunciado a finales de junio que enviarían una nueva ley penal juvenil al Congreso.
El Sumo Pontífice apoyó la reforma y actualización del Código Penal promovida por los camaristas, pero fue contundente al rechazar el nuevo Régimen Penal Juvenil del Gobierno. Según Francisco, la ‘educación’ y la ‘reinserción’ deben ser los elementos centrales en cualquier reforma penal, en lugar de centrarse únicamente en la edad. También expresó su desaprobación en particular al intento de bajar la edad de imputabilidad a 13 años.
En la esfera local, la postura de la Iglesia sigue la misma línea marcada por el Papa. A principios de mes, la pastoral carcelaria emitió un comunicado que contenía citas del papa Francisco, reafirmando su rechazo a la reforma. El texto del comunicado subrayaba que era necesario un nuevo régimen penal juvenil que promoviera el desarrollo integral de los menores, sin bajar la edad mínima de imputabilidad.
Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires y miembro de la comisión que redactó el posicionamiento, también se reunió con el papa Francisco recientemente para discutir el tema. Según fuentes cercanas al Vaticano, el Papa hará pública su postura de manera oficial en un futuro cercano.