A las 14 hs UP pidió otra sesión para tratar el presupuesto universitario y el FONID.
La Cámara de Diputados debatirá este marte en el recinto proyectos de la oposición para establecer una nueva fórmula de movilidad jubilatoria, en tanto que por la tarde está convocada una segunda sesión para votar iniciativas sobre el presupuesto universitario y la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), pero probablemente quede sin efecto ya que la primera convocatoria demandará muchas horas de debate y excederá largamente el horario de citación.
En esta guerra de sesiones, la única certeza es que Unión por la Patria tiene intenciones de dar quórum a la convocatoria que formuló la oposición dialoguista para las 11 hs, pero está exigiendo que se pida una ampliación del temario para tratar también los dictámenes sobre financiamiento universitario y FONID.
Si esto no ocurriese (y seguramente no ocurra), analizan dar igualmente quórum y pedir al comienzo de la sesión un apartamiento de reglamento para incorporar estos temas, con el objetivo de dejar expuestas a las fuerzas políticas que están en contra de debatir el presupuesto de las universidades y los sueldos docentes en la actual coyuntura crítica que atraviesa el sector educativo.
El pedido de apartamiento no tendría ningún efecto práctico, ya que para incorporar proyectos al temario se requiere una mayoría agravada de tres cuartas partes del recinto que la alianza entre el oficialismo y el PRO está en condiciones inmejorables de bloquear.
Unión por la Patria pidió (y le fue concedida) una sesión para este martes a las 14 hs, apenas tres horas después del comienzo de la otra convocatoria.
La extensión de la primera sesión, que se prevé de varias horas, hará que la segunda convocatoria se vuelva abstracta e impracticable.
“Si hay quórum en la primera sesión, estaremos todo el día discutiendo sobre las jubilaciones. No vemos la necesidad de meter todo el mismo día”, explicaron altas fuentes del bloque radical a las que Noticias Argentinas tuvo acceso.
Este escenario es el que más ansían las fuerzas de la oposición intermedia, que no quieren verse en el brete de tener que decidir si brindan quórum a la segunda sesión, a riesgo de quedar caratulados como “cómplices” del kirchnerismo, o no dar quórum y quedar una vez más en deuda con la comunidad educativa a la que dicen defender.
No quisieran repetir la imagen de desprestigio que dejaron el 24 de abril pasado, cuando a instancias de una sesión convocada por UP para tratar justamente el presupuesto universitario al día siguiente de la colosal marcha en todo el país, decidieron no bajar a sentarse en sus bancas para dar la discusión y votar.
Luego tuvieron que mover cielo y tierra para redimirse con los rectores (muchos de ellos ligados al radicalismo universitario), que le pasaron la factura por no haberse ocupado de ellos en medio de una crisis de asfixia presupuestaria.
Tuvieron que participar de una maniobra urdida junto al kirchnerismo para emplazar a las comisiones de Educación y Presupuesto a que dictaminaran sobre los dos temas en cuestión (universidades y FONID) para obtener el perdón.
Después de los dictámenes se descomprimió el conflicto cuando el Gobierno anunció un acuerdo con el Consejo Interuniversitario Nacional (para aumentar en un 270% los gastos administrativos de funcionamiento de todas las casas de estudio y hospitales universitarios.
Sin embargo, este acuerdo fue de palabra y aún no se materializó en publicaciones en el Boletín Oficial, ni mucho menos en transferencias. En este contexto de incertidumbre, el jefe del bloque UCR, Rodrigo de Loredo, preferiría que el tema no llegara al recinto porque le incomoda pelearse con el Gobierno con acciones concretas que puedan ser interpretadas como “palos en la rueda” a la gestión.
En Hacemos Coalición Federal la situación es bastante similar. Hay un grupo importante de diputados que no responde a la conducción de Pichetto, y que no está preocupado por quedar más o menos cerca del kirchnerismo en una votación.
De cualquier forma, por más que se logre la sanción de estos proyectos, tanto en lo que refiere a la movilidad previsional como el presupuesto universitario y el restablecimiento del FONID, sobre todos ellos pesa la sentencia de veto.
El presidente Javier Milei hizo saber que si la oposición lograba aprobar en ambas cámaras leyes que “rompieran la caja” y dañaran el equilibrio fiscal, no le iba a temblar el pulso a la hora de hacer uso de la facultad del veto.