El objetivo era que la Iglesia argentina se autofinancie y no dependa del Gobierno.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) anunció que, a partir del 1° de enero de 2024, los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares dejaron de percibir la asignación mensual que les otorgaba el Estado.
La decisión, que se gestó a finales de 2017, se concretó de forma gradual durante los últimos cinco años. El objetivo era que la Iglesia argentina se autofinancie y no dependa del Estado.
Esta medida representa un cambio histórico en la relación entre la Iglesia y el Estado en Argentina. Desde la sanción de la ley 21.950 en 1979, los obispos argentinos cobraban una asignación mensual del Estado.
¿Qué dice la Constitución?
El artículo 2 de la Constitución Nacional establece que el Gobierno debe sostener al culto católico. Sin embargo, la ley 21.950 no era obligatoria y los obispos podían renunciar a ella.
Los obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o invalidez podrán solicitar, con una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley.
