Si bien es difícil ser feliz a tiempo completo, cuando se entrena y se encuentra la felicidad pasiva puede llegar a ser más fácil.
Cuando pones tu canción favorita o planificas un fin de semana en el campo con tu familia lo que haces es construir activamente tu felicidad. Es decir, haces algo concreto para crear un momento de felicidad. Cuando incorporás a tu vida hábitos felices como hacer ejercicio, cuidar tus relaciones sociales o ser agradecido, se dice que trabajas en la creación de tu felicidad pasiva.
La felicidad activa y la felicidad pasiva es una de las muchas clasificaciones que oirás sobre la felicidad. Los expertos en psicología positiva suelen utilizar esta diferenciación para mostrarnos como la felicidad pasiva suele ser más efectiva cuando hablamos en términos de bienestar. ¿Por qué? Porque responde a una actitud, a una elección. Como explica Tal Ben Shahar, profesor de la Universidad de Harvard y cofundador del Happiness Studies Academy, puedes ser feliz, si quieres ser feliz.
Depende de vos, de tus elecciones y de tus conductas. Vos decidis vivir desde la calma, disfrutar de tu familia o darte permiso para experimentar todas las emociones humanas pero, para beneficiarte de ello tienen que convertirse en un hábito rutinario y, por lo tanto, hay que entrenarlo. De esta manera, la felicidad se entrena día a día y, haciéndolo, la mantenemos en forma. Y mantenerla en forma es mucho más importante de lo que parece a simple vista.
LA FELICIDAD COMO HÁBITO
Es precisamente en uno de los últimos estudios realizados sobre la felicidad humana donde se demuestra que nadie puede tener el control de su propia felicidad. Tampoco es posible ser feliz todo el tiempo. Parece obvio pero, la realidad, es que vivimos en un mundo en el que imperan dos mensajes: si no eres feliz es que algo estás haciendo mal y, la felicidad se alcanza y luego puedes relajarte. “Estudiamos miles de vidas. Nadie es feliz todo el tiempo, ninguna persona en el planeta con la que me haya encontrado. El mito de que podrías ser feliz todo el tiempo si haces todas las cosas correctas no es cierto. La felicidad aumenta y disminuye”, dice Robert Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvardy director del Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard (HSAD). Y añade: “Pero sí es cierto que hay cosas que podemos poner en marcha en nuestras vidas que nos hacen más propensos a sentir felicidad la mayor parte del tiempo” y, sobre todo, “nos ayudan a superar mejor los tiempos infelices, los desafíos”.
CÓMO ENTRENAR LA FELICIDAD PASIVA (EL MEJOR ALIADO EN LOS MALOS MOMENTOS)
En Biología de la gentileza Daniel Lumera, biólogo naturalista, escritor y fundador del International Kindness Movement, explica que “hoy en día, la ciencia es capaz de dar una correspondencia biológica exacta al optimismo, la gentileza, el perdón, la gratitud y la felicidad, demostrar hasta qué punto son fundamentales para vivir una vida larga, sana y feliz, pero sobre todo para la supervivencia y la evolución del género humano en nuestro planeta”. Entrenar estos músculos en el gimnasio de la vida puede ser la clave para aumentar la felicidad y el bienestar en nuestras vidas:
- Cuidar de tu salud. Cuando aprendes a escuchar a tu cuerpo y tu mente y lo atiendes practicando una dieta saludable, respetando las horas de sueño que necesitas o ejercitando tu cuerpo haciendo deporte y saliendo del sedentarismo, es mucho más fácil que seas feliz que si no lo haces. Las consecuencia de la salud en nuestro bienestar y felicidad no hace falta demostrarlas.
- Practica la atención plena. Aprender a concentrarnos en el presente y en lo que estamos haciendo es un hábito que nos reporta mucho bienestar y felicidad. Según un estudio de la Universidad de Boston es capaz de activar la amígdala cerebral considerada como el centro emocional del cerebro, con lo que nos permite una mejor gestión emocional.
- Ser agradecidos. Esta actitud vital que podemos practicar siempre pero especialmente cuando experimentamos momentos de calma y bienestar nos hace más felices. Un paseo por la naturaleza, una conversación con un amigo, nos hacen más felices cuando nos sentimos agradecidos.
- Aprende a perdonar. Un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology ha demostrado que el perdón nos hace más humanos mientras que la venganza y el odio nos destruye como sociedad. El perdón es un gran activador del bienestar emocional.
Con información de Telva
